General José en Egipto: Dios está involucrado
Vosotros pensasteis mal contra mí,
mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy,
para mantener en vida a mucho pueblo (Gn 50:20).
Sin duda alguna hay algo interesante y cautivador en las vidas de los grandes personajes de la historia. A todo el mundo le gusta saber acerca de los grande; aquellos que han hecho proezas y alcanzado cosas memorables. La curiosidad nos pica e intriga por saber cuál fue el secreto, cómo lograron hacer lo que hicieron. Indagamos sobre sus vidas con la esperanza de encontrar en ellas las valiosas lecciones que nos lleven a nosotros también por la senda del éxito. Si decidiéramos hacer una lista de tales personas creo que dicha lista sería interminable. Y es que son muchos los que a lo largo y ancho de la historia de la humanidad han hecho grandes cosas; cosas encomiables y dignas de elogio. En mi caso particular, la primera vez que me propuse leer toda la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis hace algunos años ya, muy temprano, en el propio libro de Génesis quedé impactado por la historia de un joven que tuvo que enfrentar grandes vicisitudes y afrentas pero que supo en medio de todo mantener su integridad. Mientras leía no podía hacer otra cosa que sentir admiración. Y aunque es obvio que esta persona no fue perfecta, es una realidad innegable que su vida es un ejemplo de obediencia e integridad. Estoy hablando de la vida de José. José es uno de los personajes bíblicos mas amados por los creyentes. La forma en que fue despojado de la comodidad de su hogar por la envidia de sus hermanos, las situaciones difíciles que tuvo que afrontar siendo una persona de bien y con una conducta intachable, indudablemente lo convierten en un ejemplo a imitar. Cuando leemos la historia de José nos da la impresión que estamos frente al televisor mirando una novela brasileña. Encontramos envidia, mentiras, engaño y traiciones y también perdón. Me gusta la forma un poco dramática, pero acertada, en que Charles Swindoll lo describe en su libro José: Un hombre de integridad y perdón: «La historia de José es una novela completa muy bien elaborada, que describe con vívidos detalles el desarrollo de su personalidad desde su carismática y arrogante juventud hasta su misericordiosa edad al madurar… El libro de Génesis alcanza una cumbre dramática en sus últimos capítulos: una historia de la pobreza a la fortuna repleta de todas las pasiones humanas: de amor y de odio, de ambición y de gloria, de ira y de desconfianza. En él se vierten lágrimas de alegría y de pesar. Las vestiduras se rasgan en señal de angustia. Es un relato absorbente de perfidia y de engaño, de traición y de perdón.»
- Su nacimiento fue plan de Dios ya que su madre era estéril (Gn 30: 1-2, 22-24).
- Sus sueños proféticos eran parte del plan de Dios (Gn 37: 5-11).
- La envidia y las malas acciones de sus hermanos formaban parte del plan de Dios ─no ejecutándolas pero si permitiéndolas (Gn 37: 8; 50: 20).
- La existencia de una abominable trata de esclavos terminó formando parte del plan de Dios (Gn 37: 26-27).
- Los extraordinarios dones de administración que poseía José eran parte del plan de Dios (Gn 39: 2-4).
- La gracia que José halló antes los ojos de Potifar era parte del plan de Dios (Gn 39: 4-6).
- El que José fuera enviado a la cárcel donde se encontraban los siervos del rey era parte del plan de Dios (Gn 39: 20).
- La gracia que José halló ante de los ojos del jefe de la cárcel era parte del plan de Dios (Gn 39: 21-23).
- Los sueños que el copero y el panadero tuvieron mientras José estaba en prisión eran parte del plan de Dios (Gn 40: 5).
- La capacidad de José para discernir los sueños del copero y el panadero del rey era parte del plan de Dios (Gn 40: 12-15).
- Los sueños del faraón eran parte del plan de Dios (Gn 41: 1-7).
- La incapacidad de los consejeros de faraón para discernir el significado de los sueños era parte del plan de Dios (Gn 41: 8).
